PRIMERO LA SALUD ESPIRITUAL Y SALVACIÓN

14.06.2021

PRIMERO LA SALUD ESPIRITUAL Y LA SALVACIÓN QUE LA SALUD FÍSICA

Por: Jose E. Nieremberg

Nacimos para morir, y no hay en la vida acción que tanto nos deba importar, como el saber morir. De tal manera que todo el tiempo que vivimos, debería ser preparación para la muerte, pues en cualquier momento puede llegar; por lo cual, debemos estar siempre velando: "Estén alerta, velen; porque no saben cuándo es el tiempo señalado." Marcos 13:33 Así cuando llegan las enfermedades peligrosas, y agudas, sería gran necedad no redoblar la vigilancia. Y es una gran labor luchar con la ayuda de Dios para morir bien. Porque si un caminante se previene de dar un mal paso para pasar sin peligro, cuanto más debemos tener cuidado y estar preparados para pasar sin riesgo este tramo tan peligroso de la muerte, y dar un buen paso de este Mundo a la eternidad, pues, si nos descuidamos y tropezamos en el pecado y no nos arrepentimos, iremos a la condenación eterna. El que cree en ÉL No es condenado; pero el que No cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el Nombre del unigénito Hijo de Dios. Juan 3:18 Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del SEÑOR. Hechos 3:19 Debe pues todo creyente, antes de caer enfermo cuidar de la salud de su alma, que es la principal parte de la naturaleza humana y en esto consiste la Salvación. Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma? Mateo 16:26 Así, procurando la salud física, descuida la de su espíritu, por lo cual, debe el cristiano dar el primer lugar al Médico Divino, acudiendo a EL por medio de la Oración, con súplicas y lágrimas de arrepentimiento, apartándose del pecado y purificando su corazón. Solo entonces, podrá acudir a la medicina terrenal, habiendo acudido primero a la del cielo: Hijo mío, cuando estés enfermo no seas impaciente; pídele a Dios, y ÉL te dará la Salud. Huye del mal y de la injusticia, y purifica tu corazón de todo pecado. Ofrece a Dios sacrificios agradables... Pero llama también al médico; no lo rechaces... pues también a él lo instituyó Dios y recibe de Dios su ciencia, Ecl.38:9-12-2-3 Daviddando prioridad a la salud de su alma, dice: SEÑOR, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado. Salmo 41:5 En otro salmo sintiéndose enfermo, pide al SEÑOR misericordia por sus pecados con abundantes lágrimas diciendo: Ten piedad de mi SEÑOR, pues desfallezco, Sáname SEÑOR, que un frío de muerte recorre mis huesos. Angustiada está mi alma....Todas las noches inundo de llanto mi lecho, con mis lágrimas riego mi cama. Salmo 6:2-6 Por su oración y sincero arrepentimiento, el SEÑOR le concedió tanto la salud física como la espiritual. Y el rey Asa, por no acudir primero al SEÑOR para la salud de su alma, dice la Escritura como reprochando su actitud: En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó al SEÑOR, sino a los médicos.2Cronicas 16:12 Por lo que duro dos años padeciendo de esta enfermedad hasta que murió: Y durmió Asa con sus padres, y murió en el año cuarenta y uno de su reinado. 2Cronicas 16:13 Muy acongojado estaba Naaman con la enfermedad de su lepra; pero fue para un bien, pues con ella ganó la salud del alma, y del cuerpo, recibiendo la Fe, y juntamente con ella sanidad total. 1Reyes 5:14 Y Job que padeció tantos males sin haber pecado pues dice la Biblia que era varón perfecto, recto y temeroso de Dios. Job 1:1 Pero, estuvo bien su desdicha porque fue restaurado al doble en todo incluyendo su perfecta salud.Job 42:20 Debe saber el cristiano enfermo que hay muchos males que son para su bien, y muchos bienes que le pueden servir para mal. Por tanto, no desprecie el creyente su alma redimida eternamente con la Muerte del Hijo de Dios, Jesucristo, y No anteponga lo precioso a lo vil, el oro de su espíritu, al lodo de su carne. Necio es aquel que teniendo una joya muy preciosa en un vaso de barro, ¡deja perder la joya para que no se quiebre el vaso! Esto hace quien cuida y se preocupa más por su salud física que por la salvación de su alma. Debe tener el enfermo gran cuidado de lo eterno, gran estima de la Sangre de Jesucristo, gran agradecimiento de lo que ÉL sufrió tanto en su cuerpo como en su Espíritu por su salvación, no sea que haga vana esta obra, y deseando mas la vida temporal, pierda la vida eterna junto con la temporal. Pues, de ÉL(Jesús) dan testimonio Todos los profetas, que por Su Nombre, Todo el que cree en ÉL recibe el perdón de los pecados.Hechos 10:43

Por tanto, Hagan Morir en ustedes todo lo que sea terrenal: inmoralidad sexual, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia. Eso es idolatría. Col.3:5 Debe el enfermo limpiar su afecto de TODAS las cosas de la tierra, procurando y deseando las del cielo. Dejando toda carga y cuidado de las cosas temporales, porque el apego desmesurado a las cosas de la tierra es dañino, causa de caídas y pecados. Entendiendo que las comodidades de la vida y afectos a personas en el mundo es prestado, y han sido concedidas como un medio para servir a Su Creador. De tal manera, que cuando sea el tiempo dispuesto por Dios para dejar esta tierra, esté preparado para este viaje al cielo sin mucha carga, sabiendo que lo temporal es caduco, falso, peligroso, y teniendo siempre presente que los bienes del cielo son grandes, verdaderos y eternos. Considerando por gran ganancia este intercambio de lo poco por lo mucho, lo caduco por lo perpetuo, el lodo por el oro, lo malo por lo bueno, lo inestable por lo seguro.

ORACIÓN: Mira, respóndeme, oh SEÑOR y Dios mío; Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte; Para que no diga mi enemigo: Lo vencí. Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara. Mas yo en tu misericordia he confiado; Mi corazón se alegrará en tu Salvación Salmo 13:3-5 SEÑOR Dios, yo soy aquel débil y necesitado hombre a quien por tu paternal bondad y poder creaste por amor de ti mismo y para ti. SEÑOR, Jesucristo, yo soy aquel débil y necesitado, a quien por Tu oprobio e inocente muerte redimiste de todo el poder del enemigo. Tu solo pues, tienes el imperio y potestad sobre mi. SEÑOR yo soy ese pecador a quien Tu puedes salvar según Tu infinita misericordia. No por las obras que hicimos sino por tu gracia con la que nos hiciste salvos. Porque después de haber hecho todo lo que debimos, somos siervos inútiles. Pues, no somos nosotros suficientes para pensar que alguna buena obra salga de nosotros, sino que Toda nuestra suficiencia es de Dios. Porque todas nuestras justicias son como un trapo manchado. Isaías 64:6 Jesús de mi alma, confío en Tu preciosa Sangre, una sola gota de ella basta para todos los pecados de los hijos de Adán. Limpia mis pecados con la fuente de Tu Sangre que brotó de tus llagas. Tu eres, SEÑOR mío, el Sumo bien, infinito, inmenso, y eterno, la satisfacción de mis deseos, mi bienaventuranza, centro, y quietud de mi alma, a quien amo, por quien suspiro, en quien espero, y a quien deseo. Tu eres omnipotente, y misericordioso Salvador, Fiel en las promesas, y Justo remunerador, Poderoso Ayudador y Suave Consolador. Tú eres mi herencia, y mi premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:14 Por todo esto, te pido Dios, que me salves por los méritos de Tu hijo Jesucristo, en cuyo nombre pido me concedas esta petición por tu amor y para gloria Tuya. Amén

"Los médicos, exigen dinero para dar la salud al cuerpo; y muchas veces no pueden. Pero Dios cura infaliblemente el alma sin exigir honorarios; no exige más que LA ORACIÓN; y cura siempre el alma que ora y por la que se ora, por más grave y mortal que sea la enfermedad suya. La oración cura las enfermedades espirituales; es el remedio pronto y eficaz para el que está muy tentado de los vicios. Acuda éste a tal remedio siempre que necesite, y apagará el fuego de las pasiones, y se purificará. La Oración hace desaparecer los ardores de los malos deseos, de la misma manera que el agua apaga el fuego." Laurencio

**************************************

Aunque Él me mate, en Él esperaré. Job 13:15 Bondadoso y misericordioso SEÑOR y Dios mío, tomado de Tu mano recibo esta enfermedad, conozco que para mi bien la envías, ya que Todas las cosas ayudan a bien para que los que te aman. Rom. 8:28 Con el mismo amor con que quisiste padecer y morir en la cruz por mi. Concédeme SEÑOR tu gracia, te suplico, para llevarla con paciencia y conforme a Tu voluntad para que te agrade en Todo. Te ofrezco todos los dolores, congojas, molestias y fatigas de ella, para mayor gloria tuya. Uno ésta enfermedad a tus dolores en la Cruz, para llevarla con la fe, esperanza y amor que tuvieron todos tus verdaderos siervos. Enfermo estoy, sáname, débil estoy fortaléceme, perdido y solo estoy, recogeme, agónico estoy, vivifícame y consuélame, por los méritos de tu Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador. Amén

Dijo Jesús: "Y al ORAR, no usen ustedes repeticiones sin sentido, como los Gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. Por tanto, no se hagan semejantes a ellos; porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes que ustedes lo pidan.Mateo 6:7-8 "La Oración sin palabras pero con el fervor y afecto de un corazón sincero, es mucho más sonora para el SEÑOR y tiene más eco y efecto en el cielo, que las muchas palabras y vanas repeticiones." Anónimo.



¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar